Triste, mi corazón, como los ángel… que sólo son cenizas estelares, polvo de las galaxias más oscuras, consunciones de cánticos ausentes. Mis manos me acompañan hasta el bo…

Cuando te contemplé ya estaba muer… muerto como las hierbas, aunque cr… como los mares muertos, que son ro… Sólo lo que es eterno está en la v… aunque lo blanco eleva su belleza

Contemplo entre las aguas del pant… la celeste blancura de tu cuerpo desnuda bajo el campo de las nubes y circundada por el verde bosque. No muy lejos el mar se descompone

Los cisnes son las alas de las alm… las alas de las alas, las alas de las almas de las alas, los álamos del alma, las almas de los álamos,

Transito por lugares de abandono y contemplo las fosas desoladas. Las aguas de la noche han descendi… a estas costas humildes, deprimida… Todo está convertido en un lamento

Las aves infinitas del amor están petrificadas en sus lechos de roca cristalina y solitaria. Son aves vivas pero muertas. Son. Sus alas ya no tiemblan ni en el c…

1. La tierra ¡Oh, tierra! Tierra, campos, rosa… rosales de tierra desgarrada: de tierra de silencio y de amargur… abierta a los puñales y los besos.

El palacio de plata resplandece en medio de las aguas del abismo y las coronas arden con dulzura. Y la dorada rueda de las rosas levanta su cabeza de aire blanco.

Dios con siete collares planetario… con mujeres de piedra y pensamient… con aullidos de cal en movimiento con relieves y rojos santuarios. Hasta las altas llamas son sudario…

Con mis ojos escucho, con mis ojos de menta y de cristal desmesurado. Con mis ojos de piano en el ocaso, con mis ojos de tigre y de cerezo. Con mis ojos escucho los acordes,

Eternidades eran cuando tú eras la virgen de mi círculo enlutado. Me aparto de mí mismo y de tu lado olvido tus plateadas primaveras. Tus manos de mis páginas de ceras

Todos los pasos tienen la forma de… la forma de las formas donde todo… cayendo en su recinto de plata des… elegida en el borde de las sombras… Debajo de los días de mis contesta…

Yo vivo en una casa sin jardín, en una casa interna donde se oyen ladridos y sollozos cuando el ciel… sucumbe a su dorado movimiento. Yo vivo en una casa cuyas ramas

El uno se arrodilla dulcemente el dos tiene las trenzas de papel, el tres llena de plata los triángu… el cuatro no solloza, el cinco no devora el Firmamento,

Cercado espacio, cubo prisionero de la piedra que ciñe tu medida. ¡Qué exacta dimensión estremecida traspasada de gozo marinero! En tu grave recinto el cielo enter…