No hay nada concreto.
Solo palabras flotando apasionadamente sobre mí.
Solo prosas viejas y gastadas,
aburridas de lo mismo.
En este momento,
el tabaco es arte,
en ausencia de café e ideas.
Solo el imprevisto deseo de usar la tinta
en el papel que cobardemente llama.
Efectos de droga y grandes ojeras.
Las primeras palabras:
Una mañana triste.
Solo hay que improvisar.