Mira el campo, es sereno como un sueño
de tu infancia feliz;
es dulce, es infinito en su horizonte:
¿no quieres ser tú así?
Abierto a la nostalgia y al deseo
de una felicidad
que es eterna y serena como el viento,
como el azul y el mar.
Sencilla fue, al nacer tu alma a la vida,
la historia de tu sueño, y acabó
cuando una tarde loca sucumbieron
el viento, azul y mar ante el amor.