Preámbulo de vida nueva
(Entreda Blogspot con fecha 14-06-15)
Cuando me sentí en ausencia de todos, dejé entonces ir a la deriva esta emoción azul y hosca, emoción a ratos seca y en ningún momento lila. Una emoción lila es siempre inspiradora y siempre, a su vez, placentera. Como sea, nunca es lila y casi siempre azul o negra. Para poder abrazar el momento en que dejo todo ir hacia donde tiene que ir inexorablemente, me plastifico de sus palabras ausentes (nunca hay palabras de quienes abandonan). Entonces, sentí frío y abracé las baldosas que siempre me habían sostenido; a su vez, las baldosas me abrazan de vuelta, porque me quieren contener. Pero abrazan como el resto, como abrazos de tía política, prima paterna... de mejor enemigo. Las baldosas no son muy buenas en esto, quizá deba buscar una mejor forma de sentir frío y emoción azul.
