Maduro, el déspota, gobierna sin piedad,
Su poder cual tigre que domina la nación.
Sus garras aferran la sedienta libertad,
Mientras su pueblo sufre bajo tal opresión.
Las leyes se tuercen a su conveniencia,
La justicia se vuelve su cómplice sumiso.
Disidentes callan por miedo a la sentencia,
Pues Maduro los devora sin ningún aviso.
Sobre el lomo del tigre, su reino perpetúa,
Aplasta al que osa desafiar su mandato.
El país en ruinas bajo su cruda agenda,
Mas él permanece cual sátrapa insensato.
Que algún día el tigre por fin se rebelará,
Y la tiranía de Maduro terminará.