Otra vez metí la pata,
Tropecé y caí.
El suelo me recibió,
Con un fuerte ‘¡ay!’
Otra vez derrapé,
En mi propio error.
Las ruedas de mi vida,
Perdieron el control.
El camino se nubló,
Y el destino se ocultó.
El barro me cubrió,
Y el fracaso me envolvió.
Pero no me rendiré,
Aunque me duela el pie.
Me levantaré de nuevo,
Y seguiré mi viaje.
Porque los errores son lecciones,
Que nos ayudan a crecer.
Y aunque a veces duela,
No debemos temer.
Otra vez metí la pata,
Pero esta vez aprenderé.
Y cuando vuelva a tropezar,
Sabré cómo actuaré.