Nuestro ser vive el amor en cautiverio,
Codiciando quimeras, cual designio vano.
Resonando en su andar, meandros de misterio,
Desgarrando el encanto, ensueños en retiro.
Del placer a la pena, un frágil hilo trío,
Separando delicias, un destino profano.
Ternura y pasión, en un juego sombrío,
Condenando el amor a un destino incierto.
Lágrimas y suspiros, un coro lastimero,
Lamentan el anhelo, el corazón abierto.
Nuestro ser se debate, en un intenso lío,
Entre el amor y la codicia, un tormento incierto.