Belleza Sin Igual
En el vasto abrazo de la naturaleza, me pierdo,
bajo el cielo que borda estrellas en su lienzo eterno,
y en el susurro de los árboles encuentro
la melodía sagrada de un amor sin miedo.
Oh, naturaleza, madre de todos los seres,
en tus verdes entrañas se esconde la vida,
en cada hoja, en cada flor que florece,
resuena la sinfonía de tu esencia bendecida.
Tus ríos serpentean con un canto profundo,
llevando en su corriente los secretos del mundo,
y en el murmullo de sus aguas claras,
se dibujan historias de tiempos y almas.
Las montañas, guardianas del horizonte,
se alzan majestuosas, como versos de piedra,
y en sus cumbres, donde el viento besa,
se encuentran los sueños que el alma encierra.
La tierra, fértil y generosa, nos abraza,
con su manto de flores y frutos nos alimenta,
y en cada grano de arena, en cada brizna,
se siente el palpitar de su esencia siempre viva.
El mar, vasto y misterioso, nos llama,
con su oleaje que susurra y a veces clama,
en su abrazo salado, encontramos refugio,
y en su profundidad, el eco de un amor antiguo.
Oh, naturaleza, tu belleza sin igual
inspira al poeta a cantar sin cesar,
a escribir en tu honor, a celebrar
la maravilla de tu existencia natural.
En cada amanecer que pinta el cielo de oro,
en cada ocaso que lo tiñe de rojo,
en cada estrella que en la noche brilla,
se encuentra el poema que la naturaleza titila.
Hoy con mi canto y respeto te celebro,
con palabras que intentan captar tu esencia,
oh, naturaleza, madre de todos los sueños,
en tus brazos encuentro mi más profunda querencia.
