#Escritoras #EscritoresPeruanos
II Estréchame las manos, la única luz que nos queda, no me dejes olvidada en la cima de una ola.
Perdidos en la niebla el colibrí y su amante. Dos piedras lanzadas por el deseo se encuentran en el aire. La retama está viva,
Las manos a la altura del aire a dos o tres centímetros del vacío no se mirará nada preciso la polvareda que pasa el inesperado cortejo de plumas
Junto al pozo llegué, mi ojo pequeño y triste se hizo hondo, interior. Estuve junto a mí, llena de mí, ascendente y profunda…
Aquella torturada nube parecía tan… ambulando, desgarrando, chocando con masas de ángeles. Cóncava,
más allá del dolor y del placer la… inescrutable balbuceando su lenguaje de sombras… colores la carne convertida en paisaje
II El rayo ha perfumado ferozmente nu… Tenemos sed, tenemos prisa por gol… con el hueso de una flor en la tin… Hay un árbol talado en esta histor…
El día queda atrás, apenas consumido y ya inútil. Comienza la gran luz, todas las puertas ceden ante un ho… dormido,
A lo mejor eres tú mismo el tren q… tierra rumbo al infierno o la estr… lleva frente a otro muro lleno de… endiablados gestos sin dueño y tú… propietario de una boca escarlata…
soñé con un perro con un perro desollado cantaba su cuerpo su cuerpo rojo s… pregunté al otro al que apaga la luz al carnicero
Nieve, labios rojos, una gota de fuego, un grito que nadie escucha. Éste es el día en que llega la ácida primavera,
Tal vez en primavera. Deja que pase esta sucia estación… hipócritas. Hazte fuerte. Guarda miga sobre m… de toda la corrupción y el dolor.
La muerte se escribe sola una raya negra es una raya blanca el sol es un agujero en el cielo la plenitud del ojo fatigado cabrío
el querido animal cuyos huesos son un recuerdo una señal en el aire jamás tuvo sombra ni lugar desde la cabeza de un alfiler