Padre, por favor, libérame de tus creencias,
permíteme fundirme en el bosque, que sólo quiero perderme en la hierba,
si he de conservarme virgen yo cazaré con arco y flecha,
me rodearé de ninfas, dríades, ciervos, pero del hombre jamás quiero estar cerca.
Soy una amante salvaje y rebelde, mi madre es la luna,
soy la diosa y protectora de la caza, la tierra es mi fortuna,
no me pidas amar la mentira, aunque por ti de ella provenga,
no te atrevas jamás a creerme de piedra,
que si me enojo, te advierto que tengo tratos con la hiedra.
¿ No ves la medialuna creciente en mis cabellos ?
permíteme vivir libre sin fronteras,
no querrás que derrame la sangre de algunos caballeros,
¡ o mejor ! sutilmente, podría convertirlos a todos en ciervos,
¿ cómo crees poder encasillarme a mí ?
que soy quien hace magia con el agua de los lagos,
no bromeo padre,
lo siento,
yo ya le hice juramentos al viento.