Prácticamente somos dos vagabundos que decidieron amarse, sin dinero y sin hogar, ignorantes de toda maldad, ignoramos las señales de peligro (y si que las hubo), aunque yo nunca las vi, nunca quise verlas, yo solo quería estar contigo.
Ahora estoy feliz, esperandote, esperando a que vengas por mi y digas que me quieres.