Febrero/16/2013
Suave cadencia, tibio frescor que abraza. ¡Así es mi mar! Siempre sueño con él, siempre... me pierdo en él.
Ese sonido de las pisadas sobre las hojas secas. Esconde una sensible melodía que encanta.
La lluvia moja, cala el alma, la piel, turba mi mente. Siento el jugueteo húmedo que viene y va... y se seca.
Cae la gota sin saber su final. Turbio destino.
Cuando me abrazas, la vida se detiene. Es el consuelo de unir nuestros latidos y entregarnos los dos.
Hoy he caminado descalza sobre la hierba húmeda. Lo hice, cerrando los ojos,
Tengo otra esencia, lejana juventud; ¡Como el vintage!
¡Cuanta hermosura! río, árbol, viento, flor. Lluvia de abril.
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.
Regreso como cada día por esa calle tan habitual, siempre a la misma hora, como inevitable rutina a la que nos somete la vida. Encima de mí, un cielo de invierno donde no se oye el cant...
Delgados troncos atrapan a la luna en fiel abrazo. Tierno y leal cobijo a esa luz entrañable.
“Todo” y “Nada” Es su unión lo que da vida y nutre el ser. Es el binomio exacto, es la existencia misma.
Gran río azul de aguas verdes y frías. Corre tranquilo, aunque el peso de tu profundidad te agobie.
Los sentía tan cerca, que sus corazones latían junto al mío y sus risas... sus risas