Intruso
Poemario: Mujer Murciélago
Mi piel impregnada de tus lecturas en braile sobre mi cuerpo, los roces nerviosos y descarados como ofrenda antes de detectar que estar cubiertos era innecesario, que los pantalones estorbaban y que todo lo que llevaba puesto y las horas de habías tardado vistiendote en realidad sobraban, ojalá nuestra conversación hubiera sido solo un beso, uno largo, así sabría y tendría la tranquilidad que no pase el tiempo deseándote en vano, aunque no dejas de ser solo un extraño uno que traspaso la diminuta linea entre lo que anhele palpar y mis juegos mentales, tú en intruso que madruga y trasnocha entre la carne blanda de mi cerebro, tú el intruso al que le otorgo sinónimos entre las canciones que son ridículamente románticas, las mismas que escuchamos y bailamos, las que fueron propicias para atraer dos bocas cansadas de hablar y las que quiero poner para que ambienten como soundtack y acompañantes de nuestra pseuda novela cotidiana y ordinaria.
Cántame para dormir, ahuyenta mis pesadillas, enumera mis miedos, conoce mi lado más oscuro, ¿te quedarías?, ¿te quedarías esta noche?, ¿te quedarías en la mañana?, ¿te quedarías después de saber que en mi vida no eres más que un intruso?, ¿me seguirías pidiendo que me deje arropar de ti?, aquí seguirás siendo el pensamiento de defensa que utilizo cuando ya no quiero pensar en nada, seguirás siendo solo eso... un pensamiento, para que no se me olvide que mi alma aún tiembla y que no se le olvide a mi corazón que aún se acelera, pero ojalá se le olvide a mi orgullo que es egoísta y que no se caiga a pedazos maldiciendote desde mis pensamientos imaginarte jugueteando en otra piel, aquí en este encierro donde yo soy solo olvida y cada día me borro un poco más y tú eres solamente un intruso que atrape conmigo para no posponer respirar.
