LXXIII
Maldita sea la cresta de las olas,
la doméstica sarna que da gusto,
los funerales de las amapolas,
la pila bautismal de san Injusto.
Malditas sean las dieras adiestradas,
los ministros sin fuste y con cartera,
los chulos de rameras malpagadas,
la colada de trapo de bandera,
el fiel de la balanza del tendero,
los jueves en París, con aguacero,
los limoneros sepia de tus ojos,
Los yates con enseña rojigualda,
los tiros en la nuca de la espalda,
los que aplauden al príncipe de hinojos.