A Alejandro Robert
2023
Alguna vez la magia nos invadió cual burbuja, y nos seguía por los caminos amarillos mansos y abrazadores.
Alguna vez la ternura se envolvió con nosotros, para acariciarnos cada noche con murmullos de cielo y paz.
Alguna vez la música era todo, y las notas del piano resonaban en cada pared, en cada vela, se fundían con el sol de tarde y nos preparaban el té.
Alguna vez las miradas eran suficientes, nos respiramos, acariciamos con las pestañas y nos expandía una ola de suspiros eternos.
Alguna vez miramos los recuerdos de una infancia, el listón del tiempo, con risas o llantos, con una tarde completa, y un álbum de principio a fin.
Alguna vez nos tocamos como en el cielo, nos fundimos en las espesas aguas y acaloramos la tarde, mañana y noche, flores en crecimiento, dos patos, lamiendo ríos.
Alguna vez nos volvimos a ver, y fue polvo de magia, la noche no fue suficiente, y entramos en la dimensión nuestra, una cúpula de luz cálida y jazz, inhales y exhales, gatos de la noche.
Alguna vez me reí tanto como para expulsar el diafragma, con la lucidez de ti, una ironía que hacía cosquillas y el filo cortaba melocotones.
Alguna vez me miraste como única, como luna, como brillante, como risueña y fresca. Como libre y romántica, como nube o pájaro.
Alguna vez nos miramos y nos dijimos todo, en la cocina, en la cotidianidad, al llegar, al ir, a través de los pixeles.
Alguna vez fuimos jóvenes amantes, determinamos compañerismo, sabíamos a noche, a flamboyanes, flor de limón.
Alguna vez sentí la locura del amor, te seguí, a ti, para ser aspirados por la noche mientras cruzamos una ciudad en una bicicleta que se desmoronaba en el trayecto.
Alguna vez compartimos sueños, anhelos y pensamientos, planeamos y aventamos avioncitos al aire con vehemencia.
Alguna vez lo éramos todo, de todas formas, texturas y sabores, nos envolvimos de la misma luz, creímos... y fuimos afortunados, querido, muy afortunados.
Ahora, la lejanía esta bien. Solo deseo un homenaje a este amor porque existió, y si existió existe en algún momento de la línea temporal, en la física cuántica; y el pasado sigue nadando latente para que dos almas lo renueven o lo absorban, probablemente les funcione mejor. Solo deseo guardarte, y poder respirarte de vez en cuando, a través de las letras, porque así fue el amor.
Y bendecidos fuimos,
Bendecidos somos,
Bendecidos seremos...
cada quien.