#EscritoresColombianos
Según díceres públicos doña Pánfa… O pudiera ser víctima de apoplétic… Su exorbitante estómago era el más… Fenómeno volcánico su incesante ja… Sus fámulos y adláteres la apodaba…
Quiso el niño Cutufato Divertirse con un gato; Le ató piedras al pescuezo, Y riéndose el impío Desde lo alto de un cerezo
Mirringa Mirronga, la gata candon… va a dar un convite jugando escond… y quiere que todos los gatos y gat… no almuercen ratones ni cenen con… “A ver mis anteojos, y pluma y tin…
El hijo de Rana, Rinrín Renacuaj… salió esta mañana, muy tieso y muy… con pantalón corto, corbata a la m… sombrero encintado y chupa de boda… “¡Muchacho, no salgas!” le grita m…
Ya viene la galana primavera Con su séquito de aves y de flores… Anunciando a la lívida pradera Blando engramado y música de amore… Deja ¡oh amigo! el nido acostumbra…
Érase una viejecita sin nadita que comer sino carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez. Bebía caldo, chocolate,
Como Fray Luis tras de su largo e… «Decíamos ayer...» también digamos… ¿Han pasado años? En la cuenta ha… O nosotros con ellos no pasamos. Donde ayer lo dejamos, dulce dueño…
No ya mi corazón desasosiegan las mágicas visiones de otros días… ¡Oh Patria! ¡oh casa! ¡oh sacras… Silencio! Unas no son, otras me n… Los gajos del pomar ya no doblegan
Un campesino que en su alacena guardaba un queso de Nochebuena, oyó un ruidito ratoncillesco por los contornos de su refresco. Y pronto, pronto, como hombre list…
El niño—Mariposa, Vagarosa Rica en tinte y en donaire ¿Qué haces tú de rosa en rosa? ¿De qué vives en el aire?
¡He aquí del año el más hermoso dí… Digno del paraíso!, es el temprano Saludo que el otoño nos envía ¡Son los adioses que nos da el ver… Ondas de luz purísima abrillantan
¡Más y más rápida vuele la música! ¡Más y más ágiles giren Los pies! En abrazo íntimo
Érase un búho, dechado de egoísmo el más perfecto, de todo siempre esquivado, cual si diera resfriado su agrio, antipático aspecto.
Una abeja resentida vengar su afrenta juró; picó al otro, y se vengó, mas quedó muerta en la herida.
Casta madonna del siglo trece, En fondo de oro la blanca luna; Un cielo inmenso, sin mancha algun… Que al que lo mira rejuvenece, Y en su éter puro nos desvanece,