Yace en esta tierra fría, Digna de toda crianza, La vieja cuya alabanza Tantas plumas merecía. No quiso en el cielo entrar

Santo silencio profeso: No quiero, amigos, hablar; Pues vemos que por callar, A nadie se hizo proceso. Ya es tiempo de tener seso:

¡Qué perezosos pies, qué entreteni… Pasos lleva la Muerte por mis dañ… El camino me alargan los engaños, Y en mí se escandalizan los perdid… Mis ojos no se dan por entendidos;

De quince a veinte es niña; buena… de veinte a veinticinco, y por la… gentil mujer de veinticinco a trei… ¡Dichoso aquel que en tal edad la… De treinta a treinta y cinco no al…

Después que te conocí, todas las cosas me sobran: el sol para tener día, abril para tener rosas. Por mi bien pueden tomar

Si a una parte miraran solamente vuestros ojos, ¿cuál parte no abra… Y si a diversas partes no miraran, se helaran el ocaso o el Oriente. El mirar zambo y zurdo es delincue…

Solamente un dar me agrada, Que es el dar en no dar nada. Si la prosa que gasté Contigo, niña, lloré, Y aún hasta ahora la lloro,

Retirado en la paz de estos desier… con pocos, pero doctos libros junt… vivo en conversación con los difun… y escucho con mis ojos a los muert… Si no siempre entendidos, siempre…

Más solitario pájaro ¿en cuál tech… se vio jamás, ni fiera en monte o… Desierto estoy de mí, que me ha de… mi alma propia en lágrimas deshech… Lloraré siempre mi mayor provecho;