Escondido debajo de tu armada
Gime el Ponto, la vela llama al viento,
Y a las Lunas de Tracia con sangriento
Eclipse ya rubrica tu jornada.
En las venas Sajónicas tu Espada
El acero calienta, y macilento
Te atiende el Belga, habitador violento
De poca tierra, al Mar y a ti robada.
Pues tus Vasallos son el Etna ardiente,
Y todos los incendios que a Vulcano
Hacen el Metal rígido obediente,
Arma de Rayos la invencible mano:
Caiga roto y deshecho el insolente
Belga, el Francés, el Sueco y el Germano.