#EscritoresEspañoles #Generación27 #PremioCervantes #SigloXX (1921) Poemas Poemillas ciudad de la puros
No hay que llorarte, Melero. Fuera llantos. Lo que quiero es patear, gritar que está muy mal hecho —¡no hay derecho, no hay derecho!—
Yo estoy cansado. Miro esta ciudad —una ciudad cualquiera— donde ha veinte años vivo.
Hacia la madrugada me despertó de un sueño dulce un súbito dolor, un estilete en el tercer espacio intercostal d…
Por las praderas hondas, avizor y azoradas —oh ciervas en huída— las ideas se escapan con tan ligeros pies,
Yo me senté en la orilla; quería preguntarte, preguntarme tu… convencerme de que los ríos resbal… y que cada uno nace y muere distin… Quería preguntarte, mi alma quería…
La puerta, franca. Vino queda y suave. Ni materia ni espíritu. Traía una ligera inclinación de nave y una luz matinal de claro día.
Manos, interjecciones en el día, punzón de la palabra, roedoras del cadáver del viento, explorador… de su mansión de alada geometría. Manos palpantes, que en la sombra…
Estoy vivo y toco. Toco, toco, toco. Y no, no estoy loco. Hombre, toca, toca lo que te provoca:
Qué hermosa eres, libertad. No ha… que te contraste. ¿Qué? Dadme tor… Más brilla y en más puro firmament… libertad en tormento acrisolada. ¿Que no grite? ¿Mordaza hay prepa…
Ay, fuente de las lágrimas, ay, campos de Alfacar, tierras de… El viento de la noche, ¿por qué os lleva la arena, y no l… ¿por qué entrecorta el agua cual m…
¿Te quebraré, varita de avellano, te quebraré quizás? ¡Oh tierna vid… ciega pasión en verde hervor nacid… tú, frágil ser que oprimo con mi m… Un chispazo fugaz, sólo un liviano
¡Oh, blancura! ¿Quién puso en nue… de frenéticas bestias abismales este claror de luces siderales estas nieves, con sueño enardecida… ¡Oh dulces bestezuelas perseguidas…
Ah, yo quiero vivir dentro del orden general de tu mundo. Necesito vivir entre los hombres. Veo un árbol: sus brazos ya en ang…
Color. El auto por las siete revueltas de Valsaín… en sombra y tiempo virginal. Rosas… donde el sol de soslayo rozaba nie… También de entre los canchos agiro…
Tú le diste esa ardiente simetría de los labios, con brasa de tu ho… y en dos enormes cauces de negrura… simas de infinitud, luz de tu día; esos bultos de nieve, que bullía