EL salto de la ola más blanca cada hora más verde cada día

Soy hombre: duro poco y es enorme la noche. Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo:

Jardines despeinados, casa grande como una hacienda. Hay muchos cuartos vados, muchos retratos de celebridades desconocidas.

Ojos medulas sombras blanco día ansias afán lisonjas horas cuerpos memoria todo Dios ardieron todos polvo de los sentidos sin sentido ceniza lo sentido y el sentido

Pulsas, palpas el cuerpo de la noc… verano que te bañas en los ríos, soplo en el que se ahogan las estr… aliento de una boca, de unos labios de tierra.

Ruidos confusos, claridad incierta Otro día comienza. Es un cuarto en penumbra y dos cuerpos tendidos. En mi frente me pierdo

Devora el sol restos ya inciertos; el cielo roto, hendido, es una fos… la luz se atarda en la pared ruino… polvo y salitre soplan sus desiert… Se yerguen más los fresnos, más de…

Negro el cielo Amarilla la tierra El gallo desgarra la noche El agua se levanta y pregunta la h… El viento se levanta y pregunta po…

Deja que una vez más te nombre, ti… Mi tacto se prolonga en el tuyo sediento, largo, vibrante río que no termina nunca,

Paramera abrasada del amarillo al encarnado la tierra es un lenguaje calcinado… Hay púas invisibles, hay espinas en los ojos.

En l patio un pájaro pía, como el centavo en su alcancía. Un poco de aire su plumaje se desvanece en un viraje. Tal vez no hay pájaro ni soy

Río cinturón de paisajes ahogados Ciudad o Mujer Presencia Abanico que muestras y ocultas la… Bella como el motín de los pobres Tu frente delira pero en tus ojos…

Todo nos amenaza: el tiempo, que en vivientes fragme… al que fui del que seré, como el machete a la culebra;

Nacida al borde de un ladrillo en un rincón del patio, brizna de yerba combatiente contra el aire y la luz, aire y luz ella misma.

Por el arcaduz de sangre mi cuerpo en tu cuerpo manantial de noche mi lengua de sol en tu bosque artesa tu cuerpo