Hay un árbol inmóvil hay otro que avanza un río de árboles golpea mi pecho Es la dicha

Hay una noche, un tiempo hueco, sin testigos, una noche de uñas y silencio, páramo sin orillas, isla de yelo entre los días;

Del amarillo al rojo al verde, peregrinación hacia las claridades… la palabra se asoma a remolinos azules. Gira el anillo beodo,

Dentro de un sueño estaba empareda… Sus muros no tenían consistencia ni peso: su varío era su peso. Los muros eran horas y las horas fija y acumulada pesadumbre.

El sol entre los follajes y el viento por todas partes llama vegetal te esculpen, si verde bajo los oros entre verdores dorada.

Río cinturón de paisajes ahogados Ciudad o Mujer Presencia Abanico que muestras y ocultas la… Bella como el motín de los pobres Tu frente delira pero en tus ojos…

Ardua pero plausible, la pintura cambia la blanca tela en pardo lla… y en Dulcinea al polvo castellano torbellino resuelto en escultura. Transeúnte de París, en su figura

Llueve en el mar: al mar lo que es del mar y que se seque la heredad. ¿La ola no tiene forma? En un instante se esculpe

Quieto no en la rama en el aire No en el aire en el instante

Inmóvil en la luz, pero danzante, tu movimiento a la quietud que crí… en la cima del vértigo se alía deteniendo, no al vuelo, sí al ins… Luz que no se derrama, ya diamante…

El libro el vaso el verde obscuramente tallo el disco lecho de la bella durmiente la mús…

Quedo distante de los sueños. Abandona mi frente su marea, avanzo entre las piedras calcinada… y vuelvo a dar al cuarto que me en… aguardan los zapatos, los lazos de…

Dame, llama invisible, espada fría… tu persistente cólera, para acabar con todo, oh mundo seco, oh mundo desangrado,

Fluye el tiempo inmortal y en su l… sólo palpita estéril insistencia, sorda avidez de nada, indiferencia… pulso de arena, azogue sin sentido… Resuelto al fin en fechas lo vivid…

La noche borra noches en tu rostro… derrama aceites en tus secos párpa… quema en tu frente el pensamiento y atrás del pensamiento la memoria… Entre las sombras que te anegan