Intermitencias del Oeste (3) (México: Olimpiada de 1968)
(A Dore y Adja Yunkers)
La limpidez
(quizá valga la pena
escribirlo sobre la limpieza
de esta hoja)
no es límpida:
es una rabia
(amarilla y negra
acumulación de bilis en español)
extendida sobre la página.
¿Por qué?
La vergüenza es ira
vuelta contra uno mismo:
si
una nación entera se avergüenza
es león que se agazapa
para saltar.
(Los empleados
municipales lavan la sangre
en la Plaza de los Sacrificios.)
Mira ahora
manchada
antes de haber dicho algo
que valga la pena,
la limpidez.
En 1968, Octavio Paz era embajador de México en la India. El comité organizador de la Olimpiada México 68, le había solicitado un poema para festejar el acontecimiento, invitación que el Poeta pensaba declinar. El dos de octubre ocurre la matanza de estudiantes en Tlatelolco, Paz escribe el presente poema y lo envía al comité, como es lógico pensar, jamás se leyó en ningún acto olímpico. Tiempo después Octavio Paz renuncia a su cargo de embajador, como protesta a la barbarie del gobierno mexicano, hecho que los detractores del Poeta prefieren nunca mencionar.
“Intermitencias del Oeste (3)” se publicó en el libro poético “Ladera Este” en 1969. La serie de poemas bajo ese título es una suerte de ventanas a lo largo del volumen que el Poeta colocó como un asomo a sus nostalgias y acontecimientos de Occidente, durante los años de su estancia en la India, ese país tan lleno de magia que siempre recordó con una cariño tan especial que fue el tema de su última obra publicada en vida: “Vislumbres de la India”.
#EscritoresMexicanos 1968, 2 Olimpiadas Tlatelolco, de octubre,
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