#Mexicanos #PremioCervantes #PremioNobel #SigloXX
Tal sobre el muro rotas uñas graba… un nombre, una esperanza, una blas… sobre el papel, sobre la arena, es… estas palabras mal encadenadas. Entre sus secas sílabas acaso
Si tú eres la yegua de ámbar yo soy el camino de sangre Si tú eres la primer nevada yo soy el que enciende el brasero… Si tú eres la torre de la noche
EN su tallo de calor se balancea La estación indecisa Abajo Un gran deseo de viaje remueve Las entrañas heladas del lago
(negra armadura viste el fuego) calorífero de combustión lenta entre las fauces de la chimenea —o mármol o ladrillo—
A veces la poesía es el vértigo de… vértigo de la dicha y el vértigo d… el paseo con los ojos cerrados al… y la verbena en los jardines subma… la risa que incendia los preceptos…
Cantan los pájaros, cantan sin saber lo que cantan: todo su entendimiento es su gargan… La forma que se ajusta al movimien… no es prisión sino piel del pensam…
Mis ojos te descubren desnuda y te cubren con una lluvia cálida de miradas
Más que aire más que agua más que labios ligera ligera Tu cuerpo es la huella de tu cuerp…
Sobre el tablero de la plaza se demoran las últimas estrellas. Torres de luz y alfiles afilados cercan las monarquías espectrales. ¡Vano ajedrez, ayer combate de áng…
La noche nace en espejos de luto. Sombríos ramos húmedos ciñen su pecho y su cintura, su cuerpo azul, infinito y tangibl… No la puebla el silencio: rumores…
Inmóvil en la luz, pero danzante, tu movimiento a la quietud que crí… en la cima del vértigo se alía deteniendo, no al vuelo, sí al ins… Luz que no se derrama, ya diamante…
Quieto no en la rama en el aire No en el aire en el instante
¿Qué la sostiene, entreabierta claridad anochecida, luz por los jardines suelta? Todas las ramas, vencidas por un agobio de pájaros,
A las diez de la noche en el Café… salvo nosotros tres no había nadie Se oía afuera el paso húmedo del o… pasos de ciego gigante
Aquí los antiguos recibían al fueg… Aquí el fuego creaba el mundo Al mediodía las piedras se abren c… El agua abre los párpados La luz resbala por la piel del día