Con un trapo y un cuchillo contra la idea fija Contra el toro del miedo Contra la tela contra el vacío el surtidor

Entre la noche y el día hay un territorio indeciso. No es luz ni sombra: es tiempo. Hora, pausa precaria,

Ojos medulas sombras blanco día ansias afán lisonjas horas cuerpos memoria todo Dios ardieron todos polvo de los sentidos sin sentido ceniza lo sentido y el sentido

Es la hora esperada sobre la mesa cae interminablemente la cabellera de la lámpara La noche vuelve inmensa la ventana

Con los ojos cerrados te iluminas por dentro eres la piedra ciega Noche a noche te labro con los ojos cerrados

Fluye el tiempo inmortal y en su l… sólo palpita estéril insistencia, sorda avidez de nada, indiferencia… pulso de arena, azogue sin sentido… Resuelto al fin en fechas lo vivid…

Hoy recuerdo a los muertos de mi c… Al primer muerto nunca lo olvidamo… aunque muera de rayo, tan aprisa que no alcance la cama ni los óleo… Oigo el bastón que duda en un peld…

Bajo mis ojos te extendías, país de dunas –ocres, claras. El viento en busca de agua se detu… país de fuentes y latidos. Vasta como la noche,

Más que aire más que agua más que labios ligera ligera Tu cuerpo es la huella de tu cuerp…

La limpidez (quizá valga la pena escribirlo sobre la limpieza de esta hoja) no es límpida:

Tendida, piedra hecha de mediodía, ojos entrecerrados donde el blanco… entornada sonrisa. Te incorporas a medias y sacudes t…

Se mece aérea se desliza entre ramas troncos postes revolotea perezosa

Casas que van y vienen por mi fren… semillas enterradas que maduran bajo mis párpados, casas ya vuelta… un puñado de anécdotas y fotos, fugaces construcciones de reflejos

Si el hombre es polvo esos que andan por el llano son hombres

Canta en la punta del pino un pájaro detenido, trémulo, sobre su trino. Se yergue, flecha, en la rama, se desvanece entre alas