#Chilenos #PremioNobel #SigloXX #1959 #NavegacionesYRegresos
Yo escribí cinco versos: uno verde, otro era un pan redondo, el tercero una casa levantándose, el cuarto era un anillo,
EL pie del niño aún no sabe que e… y quiere ser mariposa o manzana. Pero luego los vidrios y las piedr… las calles, las escaleras, y los caminos de la tierra dura
Ves estas manos? Han medido la tierra, han separado los minerales y los cereales, han hecho la paz y la guerra, han derribado las distancias
Sacude las épicas eras un loco viento festival. ¡Ay yeguayeguaa!... Como un botoón en Primavera se abre un relincho de cristal.
Hay cementerios solos, tumbas llenas de huesos sin sonido… el corazón pasando un túnel oscuro, oscuro, oscuro, como un naufragio hacia adentro no…
Espléndida razón, demonio claro del racimo absoluto, del recto med… aquí estamos al fin, sin soledad y… lejos del desvarío de la ciudad sa… Cuando la línea pura rodea su palo…
Dos amantes dichosos hacen un solo… una sola gota de luna en la hierba… dejan andando dos sombras que se r… dejan un solo sol vacío en una cam… De todas las verdades escogieron e…
Ha quedado un olor entre los cañav… una mezcla de sangre y cuerpo, un… pétalo nauseabundo. Entre los cocoteros las tumbas est… de huesos demolidos, de estertores…
Hay que volar en este tiempo, a dó… Sin alas, sin avión, volar sin dud… ya los pasos pasaron sin remedio, no elevaron los pies del pasajero. Hay que volar a cada instante como
Cuando no puedo mirar tu cara miro tus pies. Tus pies de hueso arqueado, tus pequeños pies duros. Yo sé que te sostienen,
Patio de esta tierra luminoso pati… tendido a la orilla del río y del… Inclinado sobre la boca del pozo del fondo del pozo me veo brotar como en una instantánea de sesenta…
Si solamente me tocaras el corazón… si solamente pusieras tu boca en m… tu fina boca, tus dientes, si pusieras tu lengua como una fle… allí donde mi corazón polvoriento…
Todos me piden que dé saltos, que tonifique y que futbole, que corra, que nade y que vuele. Muy bien. Todos me aconsejan reposo,
Apenas te he dejado, vas en mí, cristalina o temblorosa, o inquieta, herida por mí mismo o colmada de amor, como cuando tus…
Pesada, espesa y rumorosa, en la ventana del castillo la cabellera de la Amada es un lampadario amarillo. —Tus manos blancas en mi boca.