Los versos del Capitán
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Pensé morir, sentí de cerca el frí… y de cuanto viví sólo a ti te deja… tu boca eran mi día y mi noche ter… y tu piel la república fundada por… En ese instante se terminaron los…
Qué hicisteis vosotros, gidistas intelectualistas, rilkistas, misterizantes, falsos brujos existenciales, amapolas surrealistas encendidas
Ahora me dejen tranquilo. Ahora se acostumbren sin mí. Yo voy a cerrar los ojos. Y sólo quiero cinco cosas, cinco raíces preferidas.
Juegas todos los días con la luz d… Sutil visitadora, llegas en la flo… Eres más que esta blanca cabecita… como un racimo entre mis manos cad… A nadie te pareces desde que yo te…
Con mi razón apenas, con mis dedos… con lentas aguas lentas inundadas, caigo al imperio de los nomeolvide… a una tenaz atmósfera de luto, a una olvidada sala decaída,
Si no fuera porque tus ojos tienen… de día con arcilla, con trabajo, c… y aprisionada tienes la agilidad d… si no fuera porque eres una semana… si no fuera porque eres el momento…
Hay que volar en este tiempo, a dó… Sin alas, sin avión, volar sin dud… ya los pasos pasaron sin remedio, no elevaron los pies del pasajero. Hay que volar a cada instante como
Se van rompiendo cosas en la casa como empujadas por un invisible quebrador voluntario: no son las manos mías,
Pequeña rosa, rosa pequeña, a veces, diminuta y desnuda,
Cuando el arroz retira de la tierr… los granos de su harina, cuando el trigo endurece sus peque… a la enramada donde la mujer y el… para tocar el mar innumerable
Dios -¿de donde sacaste para encen… este maravilloso crepúsculo de cob… Por él supe llenarme de alegría de… y la palabra dura supe tornarla no… Entre las llamaradas amarillas y v…
Antes de mí no tengo celos. Ven con un hombre a la espalda, ven con cien hombres en tu cabelle…
La luz que de tus pies sube a tu c… la turgencia que envuelve tu forma… no es de nácar marino, nunca de pl… eres de pan, de pan amado por el f… La harina levantó su granero conti…
Todo tu cuerpo tiene copa o dulzura destinada a mí. Cuando subo la mano encuentro en cada sitio una paloma que me buscaba, como si te hubiera…
«Vendrás conmigo» —dije—sin que na… dónde y cómo latía mi estado dolor… y para mí no había clavel ni barca… nada sino una herida por el amor a… Repetí: ven conmigo, como si me mu…