#EscritoresEspañoles #Generación27
Tengo estos huesos hechos a las pe… y a las cavilaciones estas sienes: pena que vas, cavilación que viene… como el mar de la playa a las aren… Como el mar de la playa a las aren…
Hoy estoy sin saber yo no sé cómo, hoy estoy para penas solamente, hoy no tengo amistad, hoy sólo tengo ansias de arrancarme de cuajo el corazón
Tengo ya el alma ronca y tengo ron… el gemido de música traidora... Arrímate a llorar conmigo a un tro… retírate conmigo al campo y llora a la sangrienta sombra de un grana…
Un albañil quería... No le faltab… Un albañil quería, piedra tras pie… tras muro, levantar una imagen al… desencadenador en el futuro. Quería un edificio capaz de lo más…
El amor ascendía entre nosotros como la luna entre las dos palmera… que nunca se abrazaron. El íntimo rumor de los dos cuerpos hacia el arrullo un oleaje trajo,
Una querencia tengo por tu acento, una apetencia por tu compañía y una dolencia de melancolía por la ausencia del aire de tu vie… Paciencia necesita mi tormento,
Europa se ha prendido, se ha incen… de Rusia a España va, de extremo… el incendio que lleva enarbolado, con un furor, un ímpetu supremo. Cabalgan sus hogueras,
Por el cinco de enero, cada enero ponía mi calzado cabrero a la ventana fría. Y encontraban los días,
El sol, la rosa y el niño flores de un día nacieron. Los de cada día son soles, flores, niños nuevos. Mañana no seré yo:
Rumorosas pestañas de los cañaverales. Cayendo sobre el sueño del hombre hasta dejarle el pecho apaciguado
Por una senda van los hortelanos, que es la sagrada hora del regreso… con la sangre injuriada por el pes… de inviernos, primaveras y veranos… Vienen de los esfuerzos sobrehuman…
Ante la vida sereno, y ante la muerte, mayor; si me matan, bueno: si vivo, mejor. No soy la flor del centeno
Umbrío por la pena, casi bruno, porque la pena tizna cuando estall… donde yo no me hallo no se halla hombre más apenado que ninguno. Sobre la pena duermo solo y uno,
La palmera levantina, la columna que camina. La palmera... la palmera... La palmera levantina, la que otea la marina,
Se ha retirado el campo al ver abalanzarse crispadamente al hombre. ¡Qué abismo entre el olivo y el hombre se descubre!