#EscritoresEspañoles #Generación27
A la luna venidera te acostarás a parir y tu vientre irradiará la claridad sobre mí. Alborada de tu vientre,
Rosario, dinamitera, sobre tu mano bonita celaba la dinamita sus atributos de fiera. Nadie al mirarla creyera
Dale al aspa, molino, hasta nevar el trigo. Dale que dale, dale que dale, dale que dale.
Fatiga tanto andar sobre la arena descorazonadora de un desierto, tanto vivir en la ciudad de un pue… si el corazón de barcos no se llen… Angustia tanto el son de la sirena
No pudimos ser. La tierra no pudo tanto. No somos cuanto se propuso el sol en un anhelo remoto. Un pie se acerca a lo claro.
Hoy estoy sin saber yo no sé cómo, hoy estoy para penas solamente, hoy no tengo amistad, hoy sólo tengo ansias de arrancarme de cuajo el corazón
Riéndose, burlándose con claridad… se hundió en la noche el niño que… No quise más la luz. ¿Para qué?… más de aquellos silencios y aquell… Quise ser... ¿Para qué?... Quise…
Rumorosas pestañas de los cañaverales. Cayendo sobre el sueño del hombre hasta dejarle el pecho apaciguado
Por una senda van los hortelanos, que es la sagrada hora del regreso… con la sangre injuriada por el pes… de inviernos, primaveras y veranos… Vienen de los esfuerzos sobrehuman…
Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido por el yugo para el cuello. Nace, como la herramienta,
Era un hoyo no muy hondo. Casi en la flor de la sombra. No hubiera cabido un hombre en su oscuridad angosta. Contigo todo fue anchura
Me llamo barro aunque Miguel me l… Barro es mi profesión y mi destino que mancha con su lengua cuanto la… Soy un triste instrumento del cami… Soy una lengua dulcemente infame
“Me quedaré en España, compañero”… me dijiste con gesto enamorado. Y al fin sin tu edificio trotante… en la hierba de España te has qued… Nadie llora a tu lado:
Una querencia tengo por tu acento, una apetencia por tu compañía y una dolencia de melancolía por la ausencia del aire de tu vie… Paciencia necesita mi tormento,
Hombres veo que de hombres sólo tienen, sólo gastan el parecer y el cigarro, el pantalón y la barba. En el corazón son liebres,