Ame a la vida, como ame a la muerte;
Pero nunca la vida me aprendió a valorar;
Tan sólo calmar mis ansias de verte
Me llevaron a tomar el camino del mal.
Ame las cosas dulces, también las amargas
Y de mujeres rameras, me supe enamorar
En mí cerebro enfermo, tengo las cargas,
Que enfermaron mi vida y también mi moral.
No importa que el amor huya. Al aislamiento
No importa si por nombre tengo soledad,
Que quiera sentirse solo el pensamiento
Por tanto desamor y por tanta crueldad.
No importa si me niegan los amores humanos
Si por tanto amor tengo de poesías un mar,
Me embriaga la música de los astros lejanos
Mis bellos cantos sobre mi triste realidad.