Hay días en que la vida me es prof… Unas cuantas cosas que otras para… Hay días en que todo es calmado Y sereno: Como las leves briznas al viento y…

Desnuda está mi Lorena, Y mi alma aúlla como un lobo pálid… Que busca a través de la arena Marcar en su territorio árido. Por estos campos de está tierra mí…

Marchan sobre los rincones querido… Entre muchas nubes de lágrimas... Vestidos negros de una velada tris… Mi cuerpo comprende por donde pasa… Guayaquil adorado por mis cancione…

En el jardín de mi alma En todo mi corazón, Se aposenta un ave cantando Con extraño amargor. No entiendo, de aquel ave,

Es de humano mi dolor que siento; Por este llanto sin fruto florecid… Está profundo dentro del corazón Qué consume todos sus latidos. De mis lágrimas brota el tormento;

Pequeña luz de luna clara, ojos que incendian con su fulgor, su risa es brisa, su voz es rara, como un susurro hecho de amor. Cabello castaño, suave y radiante,

Privado del amor, que nada ofrecía… Un amor que no surgía de la nada; Como un amor que se desvanecia Rogando tanto tiempo a su llegada. El corazón que tan triste solo lat…

Tiene una expresión serena! Que al pensamiento Da una esperanza infinita. Y al verte: pienso Me digo: tú eres buena;

Gracias a tu amor por darme tanto; Más que un amor es un abrazo, Perfecto en su fondo con encanto De la mujer tan tierna que yo amo. Gracias a tu amor por darme tanto;

Para amarte antes de hacerlo, Había que pensarlo muy bien; Que en este amor que me tienes Mi corazón lo entendiera también. Que no bastará que me entiendas

Bajo la lluvia de la vida, donde m… Guardo el misterio: del sagrado am… Belleza única, que me golpeó con t… Donde mi aliento confiesa: amarla… Y en sus ojos veo la vida, y en su…

Tu cuerpo olía a las fragancias de… En aquel bello día de nuestra prim… Fueron tus miradas mías, ojítos ce… En las tardes románticas llenas de… ¡Recuerda amada, la tarde del bell…

Llegaste a mi vida como un lindo s… Cómo una doncella, mujer de crista… Apareciste ante mi, como Diosa im… Transfigurando mi vida, mi forma d… Y sediento mi corazón, por ti feli…

Ayer vino a visitarme; Una mujer perfumada de rosas, Erraba por la orilla de mi cama, t… Y silenciosa. ¿No sabia que hacer… El miedo invadía mi cuerpo, un mut…

En un pueblo donde los inviernos eran crueles y la nieve cubría la tierra por meses, cada familia guardaba celosamente su fuego. Sabían que, sin él, el frío los consumiría. Así que cada...