Cada flor dulce gentil recién nacida
Derramo sobre tus pétalos fragancias amorosas,
Dejan tú alma en un éxtasis sumida...
De todas ellas que envidian tú hermosura
Al perpetuo milagro de tus rosas.
Cada vez veo en ti, a la naturaleza tan hermosa
Porque tú eres la fuente de su encanto,
La flor más pura y santa:
Que dieron vida a toda clase de vida,
Y aún más el prodigio de sus cantos.
Porque es maravilloso el paisaje
De los dioses que vertieron en ti, su miel...
Y con la misma plenitud me encanta:
Con que nos brinda la creación inmensa,
De nunca cansarse de mirar mis ojos
Tú más exquisitas pieles rojas y de seda.
Para mí, tú eres la única: la flor más bella
En las diáfanas noches en las estrellas,
Porque cada lucero me reclama:
Diciéndome al mirarlas: en que piensas
Así que ella no es solo nuestra emperatriz,
Sino que es también para ti; tú princesa.
Me dí cuenta, que de amor estoy perdido
Por una flor liberta,
Que anda desollando los corazones
De aquellos poetas...
Con sus íntimas espinas venenosas
Que embriagan las almas:
Con su polen de locuras, y toda belleza.