Tengo una mujer hermosa
Que es mi fiel compañía,
Por verle así de amorosa
Yo daría hasta la vida mía.
Es una mujer dulce y pura
Su inocencia me agrada,
Con su ternura me cura
Cuando me duele el alma.
Es una mujer tan apacible
Ella nunca se me enfada,
Y su amor es concebible
Y tiene el alma sosegada.
Es tan linda esa mujer mía
Que cuando lloro se calla,
Y siento parte de su vida
Que la atesoro en mi alma.