Miguel Peñafiel

SIN PALABRAS, SIN QUE DECIR, SIN NADA

Sin palabras, sin que decir, sin nada

Sin palabras, sin que decir, sin nada
Fueron las palabras del momento,
Mientras veía los gestos de mi amada
Suspiraba mi corazón contento.
 
Vino a mi llamada desesperada,
A mi llamada, como hoy, esta presente
Mi ángel a mi puerta está parada
Que no me deja sentir ausente.
 
Si el continuó temblar de mis pasiones,
Busca agitarse en su sentimiento,
Dejaré que su amor y sus lecciones
Me guíen en mi dulce pensamiento.
 
Como mi voz, a la voz de su sombra,
Suena su voz linda y serena,
En ella su adorada voz me nombra
Como un canto lindo de sirena.
 
Entró a la habitación de sus ojos,
En sus sueños por la puerta abierta,
Y con su fragancia suave de hinojos
Su aroma dulcemente me despierta.
 
Invitarla a la charla de un momento,
En una noble charla de la filosofía,
Una invitación a su lindo monumento
Belleza que se traduce como poesía.

Reserva derecho de autor.

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