Caminaré sobre las penumbras sombras;
Con la llama de la fe de la esperanza,
Porque mi vida sería un estanque vacío
Si mi señor Jesús no tocará en mi alma.
Calmare toda sed de angustias y de odio;
Tornare a las melodías de mi infancia,
Seré como un niño inocente de la vida
Vivir en la luz de la rectitud de la mañana.
Me sumergiré en todas aguas celestiales;
Ungiré mi corazón con agua vendita,
Y será mi alma toda limpia y purificada
Rejuveneceré mi espíritu con sabiduría.
De plegarias se llenarán toda mi boca;
Cantos y poesías dedicare a mi Dios,
Caminaré en la tierra entre las fieras
Y no temeré jamás; ¡al ángel pecador!.