Miguel Peñafiel

NO ESPERABA QUE DE ESE VACÍO

No esperaba que de ese vacío

No esperaba que de ese vacío
Se llenará con el amor del señor.
He estado tan cerca Dios mío
De alcanzar alegría vivir con fervor.
 
Alma caída que bien recibiste
Extendida tu mano tierna señor.
Me diste vida y me concediste
Un mundo empeñado de amor.
 
La vida estaba allí al otro lado
Donde tu espíritu mora mi señor.
Donde cada alma, ser amado
Perfuma la inocencia del amor.
 
Pero en las filas, de los que pasaban
Nunca me ignoraste buen señor,
Por donde pasan los míos, andaban
Ángeles, con cantos de ruiseñor.
 
Volví los ojos hacia ti en este día
Iban de frente hacia tu vida señor,
Pongo en tus manos la vida mía
Con la fe viva que da fuerza y valor.

Reserva derecho de autor.

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