Miguel Peñafiel

LA LECHUZA

La lechuza

Cómo unos ojos brillantes en la noche sombría;
Una espantosa criatura asechando en silencio,
Al seguirme por el bosque donde me conducía
¡Mi alma temblorosa a tan semejante espectro!.
 
Comencé a observar tan terrorífica fría escena;
Dónde estaba con todos los pelos de puntas,
¡Un escalofriante enigma que paralizo mi ser!
Con un tono en mis ojos de miedo y angustias.
 
¡Intente poner un orden! en mi agitado cerebro;
Con una leve y desesperante tímida sonrisa,
Un sonido extraño que provenía de los árboles
Cómo si formara parte de una trágica melodía.
 
Posandose en las ramas en suave movimiento;
Cómo sombras que va deshojando las hojas,
¡Oh mi alma mía _ que se estremece de miedo!
Al escuchar un silbido, las ramas temblorosas.
 
¡Tras los ojos de angustias que yo me ocultaba!
Se reflejaba la luna en las sombras marchitas,
Y después de aclararse la imagen del espectro;
Un plumaje de seda, de una lechuza peregrina.
 
¡Solitaria lechuza; que ama la sombra su vuelo!
En la velada noche tan nublada y tan callada,
Vistiendo su velo sobre las cuerdas dormidas;
Asechando en la oscuridad un ave demoníaca.
 
El incesante bullicio que hacía el ave rondando;
En tibias noches frías de espantosas lunas...
Qué surge con unos ojos brillantes y aterrador,
¡Cómo si asechara por las noches la intrusa!.

(2015)

Reserva derecho de autor.

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