LA CIUDAD DORMIDA
La ciudad dormida
Hay días en que mi corazón desearía;
Partir rumbo hacia la fría aurora,
¡Lejos de todo abismo y espejismos!
Desvanecerme en la noche fangosa.
Adoro todo lo extraño de sabios locos;
Enfermizo, lagañosos sentimientos,
¡Aquel tinte que enveneno mi sangre!
A perderme en las vigilias del tiempo.
Y de todas mis tristes tardes y noches;
Al consuelo canto del mismo viento,
¡Surge una travesía de pensamientos!
Partir rumbo, a la ciudad del silencio.
¡Solamente yo, _ y mi cerebro enfermo!
No importa lo que otros me digan...
Quiero pertenecer al culto despiadado
Qué llevan el alma, a un viaje eterno.
Ver el ramaje de variedades de sueños;
Cayendo rosas desesperante del cielo,
Una es mi alma funérea sobre mi velo
¡Con luz de lucero sobre mi lecho!...
La ciudad dormida, camposanto suelo;
Hay quiero cantar y posar en ellos,
¡Poner mi dedo sobre tu anillo de oro!
Como esposa a quien yo más quiero.
(2015)
Reserva derecho de autor.
