Ella era tan bella que podría;
Enamorarme en tan solo un momento,
Para encontrar a su mirada, abajo
En una esquina, brillantes
Como dos luceros arrojados
Suavemente del cielo.
Me gustaría un centímetro estar
Junto a su lado,
Y poco a poco que me entregará
A sus brazos,
Sobre parte por parte, de su húmedo
Cuerpo
Por encima del colchón amándonos.
Con una mano, debajo de su cuello,
Y con la otra bajo su espalda,
Bajarla muy lentamente hasta su
Pequeño trasero
Donde la haga sentir depravada
Y amada.
Viéndola fijamente a sus ojos,
Hermosos, del cual me adorará,
Como el primer hombre, de su
Vida
Para que yo compruebe, que ella
Todavía estaba.