Quiero dejarte estos bellos poemas,
Para decirte que Dios está contigo,
Cantándote canciones de amor
A través de este trovador mi amigo.
Por eso, ahora vengo a llevarme
Toda tu carga para el desierto,
Le hablaré con cierta ternura
Para que abandone tu cuerpo.
Allí le devolveré sus alegrías,
Y convertiré toda tus desgracias,
Como en los días de tu niñez
En una luz de esperanza.
En aquel día no llamarás al señor
Ya no lo llamarás: “Dios ni señor”
Sino que le dirás::Padre mío:
Yo soy tu hijo tu fiel servidor.
Yo te haré mi padre para siempre,
Y yo seré tu hijo con gran amor,
Te daré todo el derecho de padre
Te recibo dentro de mi corazón.
Ya no te sentirás: “Abandonado”
Ya no te sentirás: “Desolado”
Sino que sentirás: “Su deleite”
Con Él sentirás: “Que es ser amado”