Este dolor mío, que siento en mi pecho
Me habré las heridas: que tenía del pasado,
Y es como un fuego atormentador y lento
Que consume mi cariño y lo va acabando.
Fuera de la noche yo tengo mi desvelo
Y negra es la fosa donde aspiran los ecos,
Y en toda las circunstancias de mi vida
La voz mía, que ya no tiene su consuelo.
Bajo los golpes del azar, mi melancolía
Mi corazón ensangrentado sólo agoniza,
Más allá del sentimiento y sus lágrimas
Y se extasía el horror: para toda la vida.
Y sin temor, ante la amenaza de los años
No importa que tan dure mi sentencia,
¡Que tan cargado: podría ser mi castigo!
Yo soy el amo, y creo mis propias reglas.