Dime mujer hermosa, porque no te valoras;
Si realmente vales mucho y tu lo sabes,
No dejes que un hombre te quite la alegría
¡Y rompa tus ilusiones; con golpes fatales!.
Aléjate de esa bestia, que no es un hombre;
Que está muy claro que no le eres genial,
Que puede saber el de una mujer tan dulce
Si nunca conoció; tus virtudes tan especial.
No permitas, que nunca trate de humillarte;
Si sabes que tienes a muchos a tus pies,
Y estarían dispuestos a ofrendarte su vida
¡Tu vale más que todo, entiende eso mujer!.
No te quejes inmóvil en un rincón tranquilo;
Ni dejes caer tus párpados tan pesados,
¡Aprecia la vida y reservate ante el mundo!
Y deja que tus juicios no lleven más llantos.
¡Porque has recogido, todo el fruto maldito;
Y te haces llamar una desdichada mujer!...
Porque no enfrentas al amor y el desamor,
Y no rindas fidelidad al que no sabe querer.