Apoyado sobre mis pensamientos
Esta mi pluma derecha.
Como si estuviera tu presencia
Tu recuerdo que me asecha,
De solo pensarte a un cielo
Blanquísimo me llevan,
Sintiendo la suave dulce brisa
Desde lo alto donde llegan.
Sangrando esta mi corazón, solo
Exaltado y en silencio.
Sentado me estoy sobre la silla
Y la mesa, mi compañera,
Ellos son mis fieles testigos
Doliéndome de tu ausencia,
Triste, llorando, y necio:
Esperando ver llegar la hora
Y el día en que muera.