Desde mi calle, desierta, de toda mi esperanza,
Hacía la luz que agoniza el rincón de mi alma,
Sueño contigo, amor mío, en los campos viejos
Qué voy contigo, pero no sé para donde amada.
Una voz me susurra, no sé dónde, pero me habla,
No suelo verte, solo escucharte, no sé dónde;
Me espera tu crédula mirada, (ya casi desmayo)
Y voy, en busca de las sombras de tus pisadas.
Me llevas de tus manos y mi ignorancia ciega;
No me permite ver, no me queda nada: ¡os digo!
Y empiezo nuevamente desde mi principio, solo,
Totalmente sólo, no sé dónde buscar, amor mío.