#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1965 #PróximoPrójimo
La verdad es que grietas no faltan así al pasar recuerdo las que separan a zurdos y diestro…
Voy a cerrar la tarde se acabó no trabajo tiene la culpa el cielo que urge como un río
Oiga, che—me dijo Medardo Robles, a eso de las dos de la madrugada, en el Café y Bar La Redoblona, mientras empinaba despacito su quinto o sexto espinillar—, ¿por qué no escribe un cuen...
Seguro que los diarios no lo preguntarán los árboles ¿serán acaso solidarios? ¿digamos el olivo de jaén
En el manso dolor que te perturba cuando asumes lejano cómo vibra o… la inocencia del otro en la desolación convertida en cri… en el silencio lleno de palabras n…
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...
La calle brilla para la ocasión llueve sobre mis nervios bienvenid… el aguacero me repara no sé qué lava en mí tal vez siluetas o intenciones
¿Qué piensa del frío? ¿qué ha influido más en su obra li… de clases? ¿garcía márquez? ¿el ro… ¿el colesterol? ¿el grupo de chica… ¿lo real maravilloso? ¿los pezones…
Mengana si te vas con el zutano yo / tu fulano / no me mataré simplemente los seguiré en la noch… por todos los senderos y las dunas vos gozando tal vez y yo doliéndom…
Por el desfiladero inclemente y re… avanzamos a pobres estallidos a opacos y alunados madrugones a otoños inhibidos por un cielo gr… a veces penetramos sin querer en l…
Los sueños son pequeñas muertes tramoyas anticipos simulacros de m… el despertar en cambio nos parece una resurrección y por las dudas olvidamos cuanto antes lo soñado
Creo que mi ciudad ya no tiene con… entre otras cosas porque me ha per… o acaso sea pretexto de enamorado que amaneciendo lejos imagina sus arboledas y sus calles blancas
Podés querer el alba cuando quieras he conservado intacto tu paisaje podés querer el alba
Para que nunca haya malentendidos para que nada se interponga voy a explicarte lo que mi amor co… tus ojos que se caen de desconcier… y otras veces se alzan penetrantes…
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta, se lla...