#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1986 #PreguntasAlAzar
La muerte es siempre una sorpresa… aunque uno comparezca con las bisagras herrumbrosas la gracia pasa pasan las desgracia… las promesas a veces se corrompen
Se había olvidado del carnaval y s… de los insomnios después de cada e… de los barriletes con hojas de afe… de sus trescientos soldaditos de p… se había olvidado de las tardes en…
Es tan fácil nacer en sitios que n… y sin embargo fueron brumosos y re… por ejemplo m¡sitio mi marmita de… mi suelta de palomas conservaba una niebla capaz de confundir las…
La piel acariciada se acabó se acabaron las manos que encendía… los pulmones que juzgaban el aire… piernas que enseñaban el camino se acabó el cuerpo penetrando en e…
Cuando los disparates se disparan no hay quien sujete a Napoleón o a… todos tenemos una santa elena o la cicuta allá en el horizonte cuando los disparates se disparan
Como en tantas y tantas de sus pesadillas, empezó a huir, despavorido. Las botas de sus perseguidores sonaban y resonaban sobre las hojas secas. Las omnipotentes zancadas se acercaban a...
Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos después de todo hay hombres que no…
La muerte es sólo un niño de cara triste un niño sin motivo sin miedo
Cuando sólo era un niño estupefacto viví durante años allá en colón en un casi tugurio
Quien primero le habló del Ángel fue el tío Sebastián. Mucho antes de que el Ángel apareciera. Quien primero negó al Ángel fue el tío Eduardo. Pero Ana María estaba en la edad de creer ...
Anoche cuando supe que Ayrton Sen… se había inmolado en el circuito i… me invadió una lástima polvorienta una tristeza residual nunca sentí admiración por la fórm…
Luego del próximo recodo tal vez convenga irlo pensando sé de un viejo compatriota terrateniente él que en su colchón de muerte
Para matar al hombre de la paz para golpear su frente limpia de p… tuvieron que convertirse en pesadi… para vencer al hombre de la paz tuvieron que congregar todos los o…
La rosa de oro no se marchita ni tiene aroma el cielo ajeno que te envenena
Esta piel de mis poros y mis alergias esta piel de mis pecas y mis pecados de mis lunares