#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1989 #DespistesYFranquezas
Podés querer el alba cuando quieras he conservado intacto tu paisaje podés querer el alba
Déjame este zumbido de verano y la ausencia bendita de la siesta déjame este lápiz este block esta máquina
Desde que, en mi lejana adolescencia, me enfrenté a El amor, las mujeres y la muerte, por entonces el libro más popular del filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860), entré en con...
La muerte está esperándome ella sabe en qué invierno aunque yo no lo sepa por eso entre ella y yo levanto barricadas
Tampoco hay que hacer un mito de l… faja blanquecina dice el larousse debida a multitud innumerable (sic… después de todo es un techo interi… todo lo vistoso que se quiera
Hay ayeres y mañanas pero no hay hoyes.
Cada uno es de un sitio pero un sitio no es sólo maravilla… sino también horrores y carencias en la calle
Qué suerte siempre iguales hermano vos y yo desde aquella alegría
Defender la alegría como una trinc… defenderla del escándalo y la ruti… de la miseria y los miserables de las ausencias transitorias y las definitivas
El editor milanés le había dicho que por ahora no le trajera más novelas. Una sabrosa autobiografía, eso sí. Convéncete, muchacho, empezó el boom de las autobiografías. Ése será el géne...
Hace tanto que pasé mi ecuador los años bajan como rompehielos traen edictos nada promisorios el pellejo es conciso y elocuente tiene arrugas y manchas desgarbada…
Es decir la miraba porque ella se ocultó tras el biombo de nubes y todo porque muchos amantes de es… le dieron sutilmente el olivo con su brillo reticente la luna
—Usted no es mallorquín, ¿verdad?—dice la adolescente desde la mesa vecina. —¿Cómo? ¿Qué?—se sobresalta Quiñones y casi se atora con el jerez seco. —¿Lo asusté?—La muchacha no p...
Oiga, che—me dijo Medardo Robles, a eso de las dos de la madrugada, en el Café y Bar La Redoblona, mientras empinaba despacito su quinto o sexto espinillar—, ¿por qué no escribe un cuen...
De carrasco a aeroparque y vicever… vas y venís con libros y bufandas y encargos y propósitos y besos tenés gusto a paisito en las mejil… y una fe contagiosa en el augurio