Los sueños de la siesta no son los mismos que los de la noche sueño en la noche a veces con tapias / hondonadas las embestidas del pampero

Alguna vez en palma de mallorca hallé en el borne dos filas de árboles como las que hubo en un recodo del viejo parque urbano en la habana otra vez

Desde el palmar inmóvil reconoce a su ge… cuánto orgullo y tesón cuánta distancia en un octubre opaco y remotísimo habían arrancado del puro desaliento acamparon primero en el monzón

En este espacio cada uno es capaz de zurcir sus vislumbres y tinieblas árboles me rodean con sus patas de elefa… tengo un gong en las sienes memoriosas en un banco como éste cubierto de ramita…

Tus ojos miran como dos latidos tu corazón no puede con su roca, tu memoria se tapa los oídos. Maldices aunque no muevas la boca, sigues comprando el surco y los matones,

Los sueños son pequeñas muertes tramoyas anticipos simulacros de muerte el despertar en cambio nos parece una resurrección y por las dudas olvidamos cuanto antes lo soñado

Cuando se acercan a la nada y más aún cuando se enfrentan al pavoroso linde de tinieblas los poderosos no consiguen pasar de contrabando su poder

Hallaré a tantos como se proponga la piel de mis quimeras hallaré los presagios de los jóvenes los años ya sin fondo de mi madre

El odio viene y va y regresa alucinado lo contemplo pasa como un adiós de humo como una sombra como un duelo