#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1988 #VientosDelExilio
Con su ritual de acero sus grandes chimeneas sus sabios clandestinos su canto de sirenas sus cielos de neón
El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada y si es la forma velada de burlarse de la historia para eso está la memoria
Un viento misionero sacude las per… no sé qué jueves trae no sé qué noche lleva ni siquiera el dialecto que propon… creo reconocer endechas rotas
Extrae conejitos de una sota de ba… improvisa palomas desde su manga a… introduce a su núbil compañera con frágiles tetitas y amplias gar… en baúl carmesí que tiene sus otoñ…
En este espacio cada uno es capaz de zurcir sus vislumbres y tiniebl… árboles me rodean con sus patas de… tengo un gong en las sienes memori… en un banco como éste cubierto de…
Duérmete dino ya no eres presagio ya puedes descansar por dos mileni… has cambiado de envase y de epopey… los endriagos suplentes te persigu… duérmete saurio ya no eres histori…
Qué trampa este crepúsculo qué calma desplomada sobre todo qué simulacro inútil qué sonrojo en paz siguen las nubes
Por tercera vez sueña con la mesa pulida y larga, y aquellos diez o doce rostros que lo enfrentan, unos interrogantes, otros agresivos y otros más con ojos indiferentes, tal vez vacíos....
Usted que se desliza sobre el tiempo, usted que saca punta y se persigna, usted, modesto anfibio,
Señoras y señores hoy trataremos del imperialismo tema difícil si los hay y a veces engorroso de sitiar en sólo media hora de pésimas noti…
La esperanza tan dulce: tan pulida tan triste la promesa tan leve no me sirve no me sirve tan mansa
El día o la noche en que por fin l… habrá que quemar las naves pero antes habremos metido en ella… nuestra arrogancia masoquista nuestros escrúpulos blandengues
Hay los objetos consabidos otros recién llegados pero todos se mueven en su estante buscan sol igual que en otros tiempos yo también busco sol
En aquel otro exilio me sentí extranjero hasta que llegó la manifestación y me vi caminando
La muerte es sólo un niño de cara triste un niño sin motivo sin miedo