#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Las voces de abajo vidalitá están casi mudas pero los gendarmes vidalitá
No cabe duda ésta es mi casa aquí revivo aquí sucedo ésta es mi casa detenida en un capítulo del tiempo llega el otoño y me defiende
Cuando sólo era un niño estupefacto viví durante años allá en colón en un casi tugurio
Al principio eras niño como yo pero mucho más ágil no sólo me advertías de la baldosa floja
Señor que no me mira mire un poco yo tengo una pobreza para usté limpia nuevita
Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos después de todo hay hombres que no…
The rest is silence dijo el Willi… pero los decibelios achican ese re… el estruendo a mansalva que sobrev… el hervor y el fervor de los estad… el estampido de las amenazas
La calle brilla para la ocasión llueve sobre mis nervios bienvenid… el aguacero me repara no sé qué lava en mí tal vez siluetas o intenciones
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...
La tristeza del mundo es decir mi tristeza empezó hace treinta años en una noche hueca. Por entonces los ángeles
Si esta pobre existencia es como u… colgante entre dos áridos mutismos vale decir entre dos muertes a todas luces (o mejor a todas sombras)
Una de las lamentables carencias de información que han padecido los hombres y mujeres de todas las épocas se relaciona con el sexo de los ángeles. El dato, nunca confirmado, de que los...
Me cuesta como nunca nombrar los árboles y las ventanas y también el futuro y el dolor el campanario está invisible y mud… pero si se expresara
No sólo el río es irrepetible tampoco se repiten la lluvia el fuego el viento las dunas del crepúsculo no sólo el río
Mirate así qué cangrejo monstruoso atenazó tu… qué paliza paterna te generó cobar… qué tristes sumisiones te hicieron…