#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1979 #Cotidianas
Cuando la noche se pobló de ánimas de ángeles de ratas y de truenos el más cruel de los crueles se abasteció de agravios y los poso en los nidos y en las l…
Nunca se consideró un exiliado político. Había abandonado su tierra por un extraño impulso que se fraguó en tres etapas. La primera, cuando lo abordaron sucesivamente cuatro mendigos en...
No cabe duda ésta es mi casa aquí revivo aquí sucedo ésta es mi casa detenida en un capítulo del tiempo llega el otoño y me defiende
¿Te importa mucho que dios exista? ¿te importa que una nebulosa te di… ¿que tus oraciones carezcan de int… ¿que el gran hacedor pueda ser el… ¿que los torturadores sean hijos d…
Nosotras las viejitas democráticas ni huesos conseguimos para el cald… pero como escuchamos Radio Carve nosotras le tenemos miedo al cambi… Esa pensión que nos brinda el gobi…
No hay vacunas contra la noticia v… la noticia veneno asombra desinfecta propone soslaya siempre nos toma desprevenidos y se opone a que hagamos nuestros…
Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...
Ahora que apretaste la tecla play me atreveré a decirte lo que nunca osaría proponerte
¿Cómo compaginar la aniquiladora idea de la muerte con ese incontenible afán de vida?
¿Qué es en definitiva el mar? ¿por qué seduce? ¿por qué tienta? suele invadirnos como un dogma y nos obliga a ser orilla nadar es una forma de abrazarlo
Como casi siempre, al descubrirse, el desnudo y la desnuda se asombran de sus desnudeces. Como casi siempre, éstas son mejores que las de la memoria. Por supuesto, son jóvenes. Él es el...
Vamos mengana a usar la maravilla esa vislumbre que no tiene dueño afilá tu delirio armá tu sueño en tanto yo te espero en la otra o…
Poco a poco el rencor me va invadi… animaliza mi ánima lisa me presta garras iras maldiciones me sobresalta la paciencia boba me pule el odio como para buitres
El profeta lo dijo en la plaza: «Dentro de veinte años el Señor descenderá nuevamente a la tierra. Y habrá justicia», pero los descreídos le gritaron: «Es muy cómodo predecir lo que va ...
No puede ser. Esta ciudad es de mentira. No puede ser que las palmeras se d… a acariciar la crin de los caballo… y los ojos de las putas sean tiern…